SÚPLICA DE LOS SIETE
GLORIAS A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR
Oración que rezaba San
Benito José Labre
Padre Eterno: por la
Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, Misericordia: márcanos con la
Sangre del Cordero Inmaculado Cristo Jesús, como señalaste al pueblo de Israel
para librarle de la muerte. Y Tú, Madre de Misericordia María Santísima, ruega
a Dios por nosotros: aplácale y alcánzanos la gracia que pedimos... (Pedir aquí
por nuestras particulares necesidades, espirituales y temporales; también por
las de alguien que se haya encomendado a nuestras oraciones y por el descanso
eterno de nuestros Difuntos).
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Padre Eterno: por la
Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, Misericordia: sálvanos del
naufragio del mundo, como salvaste a Noé del Diluvio Universal y Tú, Arca de
Salud, María Santísima, ruega a Dios por nosotros, aplácale y alcánzanos la
gracia que pedimos.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Padre Eterno: por la
Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, Misericordia: líbranos de los
azotes que merecemos, como libraste a Lot del incendio de Sodoma. Y Tú, Abogada
Nuestra, ruega a Dios por nosotros, aplácale y alcánzanos la gracia que
pedimos.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Padre Eterno: por la
Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, Misericordia: consuélanos en las
presentes necesidades y tribulaciones, como consolaste a Job, Ana y Tobías en
sus aflicciones. Y Tú, Consoladora de los afligidos, María Santísima, ruega a
Dios por nosotros, aplácale, y alcánzanos la gracia que pedimos.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Padre
Eterno: por la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo,
Misericordia: Tú, que no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y
viva: danos por Tu Misericordia espacio de penitencia para que, reconocidos y
arrepentidos de nuestros pecados, causa de todo mal, vivamos en la Santa Fe,
Esperanza, Caridad y Paz de Nuestro Redentor. Y Tú, Refugio de los pecadores,
María Santísima, ruega a Dios por nosotros, aplácale, y alcánzanos la gracia
que pedimos.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Oh Sangre Preciosa de Jesús nuestro amor! Clama a Tu Divino
Padre: Misericordia, Perdón, Gracia
y Paz.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Oh María, Madre y Esperanza
Nuestra! Ruega por nosotros, y alcánzanos la gracia que pedimos.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
ORACIÓN FINAL
Padre Eterno, yo Te ofrezco
la Sangre de Jesucristo en descuento de mis pecados, por las necesidades de la
Santa Iglesia y por la conversión de los pecadores.
Inmaculada María, Madre de
Dios, ruega a Jesús por nosotros.
¡Jesús y María,
Misericordia! San Miguel Arcángel, San José, San Pedro y San Pablo, Protectores
de todos los Fieles de la Iglesia de Dios, y Vosotros todos, Ángeles, Santos y
Mártires del Paraíso, rogad por nosotros y alcanzadnos Gracia y Misericordia.
Así sea.
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