ORACIONES DE
CONSUELO
AL AGONIZANTE
JESUCRISTO
Oración 1:
Padre Eterno, cuando Tú ibas a enviar al mundo a tu
Hijo Unigénito, Nuestro Señor Jesucristo, con el fin de salvarnos y traer un
nuevo paraíso al mundo mediante su Preciosísima Sangre; movido por el amor,
dijiste: "A quién enviaré, quién irá a redimir a Mi pueblo"? La Corte
Celestial permaneció en silencio hasta que Tu Hijo respondió: "Aquí estoy, envíame a Mí, Padre".
Honor y
adoración sean dadas a Ti, ¡oh Amor Divino! alabanza y reverencia a Tu nombre, ¡oh
adorable Jesucristo! Recibe consuelo, ¡oh, agonizante Jesucristo!
El reconocimiento que Tú recibiste de tu pueblo por
tu benevolencia, fue el pecado. Ellos pecaron y blasfemaron día y noche contra
Tu Santo Nombre. Ellos pelearon contra Ti y desobedecieron tus Mandamientos.
Padre, sé consolado mediante la voz de tus coros
celestiales. Que la voz de los tuyos te consuele. Amén
*Padrenuestro…* Avemaría…* Gloria al
Padre.
L: Agonizante Jesucristo,
R: Soporta
todos estos sufrimientos.
L: Señor Agonizante Jesucristo,
R: Te
amamos.
L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R: Venga
a nosotros Tu Reino.
Himno
Seas
consolado, ¡oh Jesucristo, Nuestro Señor!
Oramos
para que Tu Preciosa Sangre
no
haya sido vertida en vano por nosotros.
Oración 2:
Padre Eterno, Tú preparaste un Tabernáculo Santo
para Tu Hijo Unigénito, Jesucristo, el vientre de la Santísima Virgen María. ¡Bendito
sea el vientre que albergó al único Hijo de Dios!
Padre, Tu Hijo Unigénito nació en Belén, y fue
recostado en un pesebre, porque no había sitio ni para El, ni para sus padres
en la posada. Esto fue así, para que buscáramos el Reino del Cielo en lugar de
la riqueza perecedera de este mundo.
Padre, esto indicó que tu propio pueblo no estaba
preparado para recibir a su Rey, Salvador y Creador. No había sitio para el Rey
de los Cielos y de la Tierra en su propia tierra.
Señor, Tú viniste a tu propio pueblo y no fuiste reconocido como Rey. Viniste a tu
propio país y ellos no te reconocieron. Cuando los poderosos supieron de Ti, planearon
tu muerte. Por medio de ese plan, mataron muchos niños. Llanto y lamentos
hacían eco en tu propia tierra como una bienvenida para el Rey. Las mujeres rehusaron
ser consoladas por la muerte de sus hijos.
Jesús, Tú permitiste todas estas cosas por el amor
que Tú tienes a tu pueblo. Pero Tu pueblo continuó pecando y haciendo toda
clase de maldad en contra Tuya y del Padre Celestial. Como Rey se te consideró como su enemigo. Como Salvador, fuiste
destruido por tu propio pueblo, a quien Tú salvaste ¿Quién, recordando Tu
misericordia y bondad hacia tu pueblo, te podrá consolar lo suficiente?
Recibe consolación. Sé consolado, Oh amado Jesucristo.
Que la voz de tus coros celestiales y Arcángeles, te alaben y consuelen. Amén
*Padrenuestro…* Avemaría…* Gloria al
Padre.
L: Agonizante Jesucristo,
R: Soporta
todos estos sufrimientos.
L: Señor Agonizante Jesucristo,
R: Te
amamos.
L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R: Venga
a nosotros Tu Reino.
Himno
Calma
el fuego de tu ira, oh Señor.
Estamos
arrepentidos
Todos
hemos pecado
no
pecaremos nuevamente.
Oración 3:
¡Oh Amado Jesucristo, Tú viniste al mundo para
redimir a tu pueblo del pecado! ¡Oh, Pastor supremo! fuiste tratado tan mal
encarnizadamente por tu propio rebaño. Viniste y viste a tu gente profanando el
Templo Sagrado de Tu Padre. Tu furor hizo que los ahuyentaras de tu Santo
Templo. Pero hoy, los hombres se han vuelto más carnales al negar Tu Presencia
en el Santo Tabernáculo.
Te consolamos por los pecados cometidos contra Ti
por el hombre, presente en el Santo Tabernáculo; por la frialdad y negligencia
que muestran en Tu Presencia; por aquellos que Te reciben indignamente, y por
todos los actos irrespetuosos que los hombres cometen contra Ti. Perdona,
disculpa ¡Oh Amado Jesús!
Aunque el hombre te crucifica una y otra vez, en tu
misericordia, perdona todos estos insultos de tus amadas criaturas.
¡Oh Misericordioso Jesucristo! Acepta nuestra consolación, te rogamos, y ten
misericordia de tu pueblo. Que la voz del coro angélico de las Virtudes
Celestiales te consuele. Amén.
*Padrenuestro…* Avemaría…* Gloria al
Padre.
L: Agonizante Jesucristo,
R: Soporta
todos estos sufrimientos.
L: Señor Agonizante Jesucristo,
R: Te
amamos.
L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R: Venga
a nosotros Tu Reino.
Himno
Agonizante
Corazón de Jesucristo
Tú
has sufrido y pagado por nuestras vidas
¡Que
Tu voluntad se haga en la tierra!
Oración 4:
¡Oh Misericordioso y Amado Jesucristo! Tú sufriste
dolorosa y terriblemente en el Huerto de Getsemaní; por eso dijiste: "Mi
alma está triste hasta la muerte”. Tú sufriste azotado contra una columna y
coronado con espinas por nosotros para ser reconciliados con Dios.
Nunca tantas almas inocentes han sido abortadas
diariamente y sus llantos hieren tu Sagrado Corazón. Te rogamos perdones al
hombre y todas sus ofensas.
Que la voz de los Querubines y Serafines
celestiales te consuelen. Y que el sonido de la evangelización de este mundo te
conforte. Amén
*Padrenuestro…* Avemaría…* Gloria al
Padre.
L: Agonizante Jesucristo,
R: Soporta
todos estos sufrimientos.
L: Señor Agonizante Jesucristo,
R: Te
amamos.
L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R: Venga
a nosotros Tu Reino.
Himno
Jesús,
en la Santa Eucaristía,
Estamos
arrepentidos por todos los pecados
cometidos
contra Ti en la tierra.
Oración 5:
¡Oh Jesucristo, bueno y misericordioso, que te ofreciste a Ti mismo como Cordero del sacrificio por la salvación de la humanidad, te consolamos! En humildad Tú te rendiste a los guardias que te arrastraron sin misericordia, para con el Misericordioso, como a un criminal, ¡Oh, buen Dios!, para ser juzgado por el hombre. Te consolamos, ¡Oh, Agonizante Jesucristo!, por todos estos insultos recibidos en las cortes del mundo. Te consolamos por todos los crueles tormentos que Tú sufriste de tu pueblo. Que seas por siempre adorado. Amén
¡Oh Jesucristo, bueno y misericordioso, que te ofreciste a Ti mismo como Cordero del sacrificio por la salvación de la humanidad, te consolamos! En humildad Tú te rendiste a los guardias que te arrastraron sin misericordia, para con el Misericordioso, como a un criminal, ¡Oh, buen Dios!, para ser juzgado por el hombre. Te consolamos, ¡Oh, Agonizante Jesucristo!, por todos estos insultos recibidos en las cortes del mundo. Te consolamos por todos los crueles tormentos que Tú sufriste de tu pueblo. Que seas por siempre adorado. Amén
L:
Adoración a las Heridas de
Tu Sagrado Cuerpo:
R: Recibe
consuelo, oh Sacratísimo Corazón, que soportas todos estos sufrimientos.
L: Adoramos Tu
Sagrada Cabeza que soporta la vergonzosa corona de espinas:
R: Te
consolamos, oh Sacratísimo Corazón, que soportas todos estos sufrimientos.
L:
Adoramos los dos Corazones
de Amor que se encontraron en el camino al Calvario:
R: Sean
por siempre consolados, oh Corazones de la Madre y del Hijo. Sean por siempre
consolados por toda la angustia y dolor sufridos en el camino al Calvario.
L: Adoramos tu
Preciosísima Sangre vertida en las calles de Jerusalén:
R: Recibe
consuelo, Señor, porque Tu Sangre sirvió como reparación. En el Calvario, el
Creador de Cielos y tierra, quedó desnudo a la vista de todos.
L: Te
adoramos, Agonizante Jesucristo, que soportas esta vergüenza para la remisión
de los pecados del mundo:
R: Gloria,
honor y adoración a Ti, que humildemente aceptaste la Cruz de mi salvación.
Cuando yacías en la Cruz, los soldados cruelmente estiraron Tus miembros, y
clavaron Tus manos y pies. Honor y adoración a Tus Sagradas Llagas y a Tu
Preciosísima Sangre. Te rogamos, soporta todos los grandes sufrimientos y
dolores que padeciste en la Cruz
L: Adoramos Tu
Santa Muerte, Inmaculado Cordero de Dios:
R: Reina
por siempre, oh Preciosísima Sangre y Agua de Tu Sagrado Costado. Agonizante
Jesucristo, venga a nosotros Tu Reino. Amén.
*Padrenuestro…* Avemaría…* Gloria al
Padre.
L: Agonizante Jesucristo,
R: Soporta
todos estos sufrimientos.
L: Señor Agonizante Jesucristo,
R: Te
amamos.
L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R: Venga
a nosotros Tu Reino.
Himno
Jesús
Crucificado,
las gotas de Sangre que vertiste
fueron
todas contadas
para
que todos nosotros las meditemos.
L: Agonizante Jesucristo, el Unigénito de Dios,
Redentor y Creador del mundo,
R: Perdona
y ten misericordia de todo el mundo.
L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R:
Recibe consolación. Amén. (3 veces)
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