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Perpetual Adoration live from St Benedict's, Melbourne

lunes, 29 de julio de 2019

ORACIONES DE CONSUELO AL AGONIZANTE JESUCRISTO



ORACIONES DE CONSUELO
AL AGONIZANTE JESUCRISTO

Oración 1:
Padre Eterno, cuando Tú ibas a enviar al mundo a tu Hijo Unigénito, Nuestro Señor Jesucristo, con el fin de salvarnos y traer un nuevo paraíso al mundo mediante su Preciosísima Sangre; movido por el amor, dijiste: "A quién enviaré, quién irá a redimir a Mi pueblo"? La Corte Celestial permaneció en silencio hasta que Tu Hijo respondió: "Aquí estoy, envíame a Mí, Padre".
 Honor y adoración sean dadas a Ti, ¡oh Amor Divino! alabanza y reverencia a Tu nombre, ¡oh adorable Jesucristo! Recibe consuelo, ¡oh, agonizante Jesucristo!
El reconocimiento que Tú recibiste de tu pueblo por tu benevolencia, fue el pecado. Ellos pecaron y blasfemaron día y noche contra Tu Santo Nombre. Ellos pelearon contra Ti y desobedecieron tus Mandamientos.
Padre, sé consolado mediante la voz de tus coros celestiales. Que la voz de los tuyos te consuele. Amén

*Padrenuestro…* Avemaría…* Gloria al Padre.


L: Agonizante Jesucristo,
R: Soporta todos estos sufrimientos.

L: Señor Agonizante Jesucristo,
R: Te amamos.

L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R: Venga a nosotros Tu Reino.

Himno
Seas consolado, ¡oh Jesucristo, Nuestro Señor!
Oramos para que Tu Preciosa Sangre
no haya sido vertida en vano por nosotros.


Oración 2:
Padre Eterno, Tú preparaste un Tabernáculo Santo para Tu Hijo Unigénito, Jesucristo, el vientre de la Santísima Virgen María. ¡Bendito sea el vientre que albergó al único Hijo de Dios!

Padre, Tu Hijo Unigénito nació en Belén, y fue recostado en un pesebre, porque no había sitio ni para El, ni para sus padres en la posada. Esto fue así, para que buscáramos el Reino del Cielo en lugar de la riqueza perecedera de este mundo.
Padre, esto indicó que tu propio pueblo no estaba preparado para recibir a su Rey, Salvador y Creador. No había sitio para el Rey de los Cielos y de la Tierra en su propia tierra.

Señor, Tú viniste a tu propio pueblo y  no fuiste reconocido como Rey. Viniste a tu propio país y ellos no te reconocieron. Cuando los poderosos supieron de Ti, planearon tu muerte. Por medio de ese plan, mataron muchos niños. Llanto y lamentos hacían eco en tu propia tierra como una bienvenida para el Rey. Las mujeres rehusaron ser consoladas por la muerte de sus hijos.

Jesús, Tú permitiste todas estas cosas por el amor que Tú tienes a tu pueblo. Pero Tu pueblo continuó pecando y haciendo toda clase de maldad en contra Tuya y del Padre Celestial. Como  Rey se te consideró  como su enemigo. Como Salvador, fuiste destruido por tu propio pueblo, a quien Tú salvaste ¿Quién, recordando Tu misericordia y bondad hacia tu pueblo, te podrá consolar lo suficiente?
Recibe consolación. Sé consolado, Oh amado Jesucristo. Que la voz de tus coros celestiales y Arcángeles, te alaben y consuelen.  Amén

*Padrenuestro…* Avemaría…* Gloria al Padre.

L: Agonizante Jesucristo,
R: Soporta todos estos sufrimientos.

L: Señor Agonizante Jesucristo,
R: Te amamos.

L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R: Venga a nosotros Tu Reino.

Himno
Calma el fuego de tu ira, oh Señor.
Estamos arrepentidos
Todos hemos pecado
no pecaremos nuevamente.


Oración 3:
 ¡Oh Amado Jesucristo, Tú viniste al mundo para redimir a tu pueblo del pecado! ¡Oh, Pastor supremo! fuiste tratado tan mal encarnizadamente por tu propio rebaño. Viniste y viste a tu gente profanando el Templo Sagrado de Tu Padre. Tu furor hizo que los ahuyentaras de tu Santo Templo. Pero hoy, los hombres se han vuelto más carnales al negar Tu Presencia en el Santo Tabernáculo.
Te consolamos por los pecados cometidos contra Ti por el hombre, presente en el Santo Tabernáculo; por la frialdad y negligencia que muestran en Tu Presencia; por aquellos que Te reciben indignamente, y por todos los actos irrespetuosos que los hombres cometen contra Ti. Perdona, disculpa ¡Oh Amado Jesús!
 Aunque  el hombre te crucifica una y otra vez, en tu misericordia, perdona todos estos insultos de tus amadas criaturas.
¡Oh Misericordioso Jesucristo!  Acepta nuestra consolación, te rogamos, y ten misericordia de tu pueblo. Que la voz del coro angélico de las Virtudes Celestiales te consuele. Amén.

*Padrenuestro…* Avemaría…* Gloria al Padre.

L: Agonizante Jesucristo,
R: Soporta todos estos sufrimientos.

L: Señor Agonizante Jesucristo,
R: Te amamos.

L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R: Venga a nosotros Tu Reino.

Himno
Agonizante Corazón de Jesucristo
Tú has sufrido y pagado por nuestras vidas
¡Que Tu voluntad se haga en la tierra!


Oración 4:
 ¡Oh Misericordioso y Amado Jesucristo! Tú sufriste dolorosa y terriblemente en el Huerto de Getsemaní; por eso dijiste: "Mi alma está triste hasta la muerte”. Tú sufriste azotado contra una columna y coronado con espinas por nosotros para ser reconciliados con Dios.
Nunca tantas almas inocentes han sido abortadas diariamente y sus llantos hieren tu Sagrado Corazón. Te rogamos perdones al hombre y todas sus ofensas.
Que la voz de los Querubines y Serafines celestiales te consuelen. Y que el sonido de la evangelización de este mundo te conforte. Amén

*Padrenuestro…* Avemaría…* Gloria al Padre.

L: Agonizante Jesucristo,
R: Soporta todos estos sufrimientos.

L: Señor Agonizante Jesucristo,
R: Te amamos.

L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R: Venga a nosotros Tu Reino.

Himno
Jesús, en la Santa Eucaristía,
Estamos arrepentidos por todos los pecados
cometidos contra Ti en la tierra.


Oración 5:
¡Oh Jesucristo, bueno y misericordioso, que te ofreciste a Ti mismo como Cordero del sacrificio por la salvación de la humanidad, te consolamos! En humildad Tú te rendiste  a los guardias que te arrastraron sin misericordia, para con el Misericordioso, como a un criminal, ¡Oh, buen Dios!, para ser juzgado por el hombre. Te consolamos, ¡Oh, Agonizante Jesucristo!, por todos estos insultos recibidos en las cortes del mundo. Te consolamos por todos los crueles tormentos que Tú sufriste de tu pueblo. Que seas por siempre adorado. Amén

L: Adoración a las Heridas de Tu Sagrado Cuerpo:
R: Recibe consuelo, oh Sacratísimo Corazón, que soportas todos estos sufrimientos.

L: Adoramos Tu Sagrada Cabeza que soporta la vergonzosa corona de espinas:
R: Te consolamos, oh Sacratísimo Corazón, que soportas todos estos sufrimientos.

L: Adoramos los dos Corazones de Amor que se encontraron en el camino al Calvario:
R: Sean por siempre consolados, oh Corazones de la Madre y del Hijo. Sean por siempre consolados por toda la angustia y dolor sufridos en el camino al Calvario.

L: Adoramos tu Preciosísima Sangre vertida en las calles de Jerusalén:
R: Recibe consuelo, Señor, porque Tu Sangre sirvió como reparación. En el Calvario, el Creador de Cielos y tierra, quedó desnudo a la vista de todos.

L: Te adoramos, Agonizante Jesucristo, que soportas esta vergüenza para la remisión de los pecados del mundo:
R: Gloria, honor y adoración a Ti, que humildemente aceptaste la Cruz de mi salvación. Cuando yacías en la Cruz, los soldados cruelmente estiraron Tus miembros, y clavaron Tus manos y pies. Honor y adoración a Tus Sagradas Llagas y a Tu Preciosísima Sangre. Te rogamos, soporta todos los grandes sufrimientos y dolores que padeciste en la Cruz

L: Adoramos Tu Santa Muerte, Inmaculado Cordero de Dios:
R: Reina por siempre, oh Preciosísima Sangre y Agua de Tu Sagrado Costado. Agonizante Jesucristo, venga a nosotros Tu Reino. Amén.

*Padrenuestro…* Avemaría…* Gloria al Padre.

L: Agonizante Jesucristo,
R: Soporta todos estos sufrimientos.

L: Señor Agonizante Jesucristo,
R: Te amamos.

L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R: Venga a nosotros Tu Reino.

Himno
Jesús Crucificado,
 las gotas de Sangre que vertiste
fueron todas contadas
para que todos nosotros las meditemos.

L: Agonizante Jesucristo, el Unigénito de Dios, Redentor y Creador del mundo,
R: Perdona y ten misericordia de todo el mundo.

L: Agonizante Corazón de Jesucristo,
R: Recibe consolación. Amén.  (3 veces)

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